Tips que debes tener en cuenta al momento de comprar tu cama ideal

Obtener un sueño reconfortante y placentero se ha vuelto un desafío cada vez más difícil de superar. Todos conocemos la importancia de dormir de manera profunda para recuperar energías y sentirnos plenos para encarar nuestras responsabilidades diarias, pero hoy en día cada vez más personas sufren problemas a la hora de acostarse y no logran alcanzar las siete u ocho horas diarias de sueño recomendadas.
De acuerdo a lo que explican distintos especialistas, en muchas ocasiones las deficiencias del sueño se deben a situaciones de ansiedad o estrés, lo que genera insomnio y fatiga corporal, entre otras dificultades. Cambios laborales, la temporada de exámenes académicos, los problemas económicos, familiares o amorosos, entre otros, afectan de manera determinante a las personas al momento de dormir.
Sin embargo, a veces los problemas de sueño no tienen que ver con una situación determinada de nuestras vidas sino con la base cama y el colchón que utilizamos para dormir. Aunque parezca un detalle, no lo es: en muchas oportunidades las dificultades se deben a una incomodidad física que surge por una cama deficiente. Incluso, la mayoría de dolores y contracturas, en especial en el área de la columna o el cuello, se debe a estos motivos.
Por eso, en este artículo te dejamos una serie de recomendaciones que debes tener en cuenta antes de comprar la cama perfecta para ti.
Tipos de base de camas y sus características
Si bien un buen colchón es lo primero que se suele tener en cuenta al momento de renovar una cama, hay que comprender que una base tiene incidencia en las características del colchón que elijamos.
Existen distintos tipos de base, las cuales se dividen entre su tamaño y su estructura. Si estamos buscando una cama individual, siempre se recomienda utilizar una base camas sencillas. Esto va a permitir un mayor agarre del colchón y evitar que el mismo se mueva durante la noche. Además, este tipo de bases generan un ahorro de espacio en la habitación, clave para quienes viven en cuartos más pequeños.
Muchas personas, por más que suelen dormir solas, suelen moverse durante la noche. Esto hace que pueda resultar incómoda una cama de tamaño individual. Una buena opción para estos casos son las base camas semidobles o de una plaza y media. Este tipo de camas, si bien pueden resultar algo ajustados para quienes duermen en pareja, son más amplias que las individuales y permiten ahorrar espacio en comparación a las bases más grandes. En general presentan una medida intermedia, que ronda, aproximadamente, los 120 a 190 centímetros.
Por último, considerando el tamaño, se encuentran las bases cama doble, Queen y King. Las dobles suelen ser las más elegidas en el mercado, dado que permiten obtener la comodidad necesaria para dormir tanto de forma individual como en pareja. Por su parte, las medidas Queen como King suelen ser recomendadas para las personas de mayor peso y tamaño, dado que sus 160 y 200 centímetros de ancho, respectivamente, permiten soportar colchones más grandes y resistentes, que los otros tipos de bases no podrían.
Otro aspecto a tener en cuenta en las bases son las estructuras. Estas pueden ser de láminas o tapizadas. Las primeras suelen ser recomendadas dado que, por sus características, permiten una mejor transpiración del colchón, al asegurar una corriente de aire a través de las láminas. Esto otorga una mayor vida útil al colchón. Con respecto a las tapizadas, este tipo de base cuenta con la ventaja de asegurar una mayor firmeza y estabilidad, un aspecto fundamental a la hora de dormir.
Cada base tiene sus ventajas y particularidades. Es importante tener en cuenta cada una de estas características para saber qué vamos a priorizar antes de elegir y comprar.
Ahora sí, a pensar el colchón
A diferencia de las bases de cama, que pueden durar más tiempo, se recomienda renovar los colchones en un tiempo no mayor a los diez años.
Esto se debe a que un colchón viejo pierde de forma considerable su firmeza, uno de los aspectos más importantes al momento de dormir. Muchos de los problemas tanto de sueño como de malestar físico se deben al hundimiento del cuerpo durante la noche, producido por un desgaste del colchón dado el uso prolongado en el tiempo.
Al igual que las bases, eligen distintos tamaños de colchones, entre los que se encuentra el colchón sencillo o individual, el doble, el semidoble, el Queen, el King y hasta el presidencial, que suele superar los dos metros de ancho.
En general, las medidas de los colchones sencillos rondan entre los 90 y 105 centímetros de ancho por los estándar 190 centímetros de largo. A partir de los 130 centímetros de ancho, se considera semidoble o plaza y media.
Más allá de considerar la medida ideal de colchón para dormir, es importante pensar en el material de fabricación, el cual puede variar entre la espuma, la pluma o los resortes, entre los más habituales; y el tipo de tapizado, entre los que se destacan el poliéster, el tafetán o el tela de punto.
Sea cual sea la cama que elijas, ¡pruébala!
Si bien este artículo podría continuar enumerando aspectos a tener en cuenta antes de comprar una cama, como el clima habitual de tu ciudad o la forma más común en la que acomodas el cuerpo para dormir, la regla de oro para todo aquel que quiere renovar su cama es probar antes de comprar.
Cada cuerpo es particular y es importante saber que lo que para alguien puede resultar cómodo y perfecto, para ti no. No sientas vergüenza de recostarte el tiempo que sea necesario dentro del local para saber cómo sentís tanto la base de la cama como el colchón. Intenta relajar tus músculos, cerrar los ojos y simular la sensación de sueño y vigilia que tanto disfrutamos al momento de acostarnos a descansar.
Recuerda que un buen sueño puede hacer la diferencia entre una vida saludable y un día a día cargado de cansancio, mal humor y dolores físicos. ¡Es hora de renovar tu cama y mejorar tu vida!