Los sueños nos hacen eternos y todos nos hacemos uno cuando caminamos hacia ellos”

“Los sueños nos hacen eternos y todos nos hacemos uno cuando caminamos hacia ellos” –dice Alelí- “La canción de los sueños fue compuesta en el año 99, canción que nace desde la inspiración de las montañas y playas de la sierra nevada de santa marta, lugar en el que crecí desde los 10 años y que luego elegí para que naciera mi hija.
La composición sonora de esta canción fueron armonías fruto de las influencias del rock y sobre todo latino-argentino, empecé a utilizar la música para buscar a Dios, para dialogar con mis sueños. Un tiempo más delante de mi estadía en la Sierra viajé a Bogotá para iniciar la primera ruta hacia Sudamérica, siendo la ciudad capitalina la cuna en que se completó la composición musical y obra los sueños.
Compuse la lírica narrativa de esta historia basada en mis impulsos revolucionarios guiados por la música y mis anhelos de conocer sistemas de vida más amables para traer la vida de mi hija al mundo. Durante mi estadía en la Sierra, pude ir aprendiendo a vivir en la Selva Nevada y Tropical del Caribe. Conviviendo con los hippie koguis, observando a las comunidades indígenas de la Sierra y personas de todas partes de la tierra que pasaban por ahí, en esa experiencia multicultural sentí que la vida era una bendición y que según las corrientes ancestrales sobre la existencia, reconocer que la vida es un regalo y que el encuentro es la gran fiesta.
Parte de esta obra es un llamado esperanzado que responde a una sociedad esquemática, asfáltica y desierta. Ahí sentía la necesidad de ofrecer un mundo mejor para ese retoño con el que volvía a empezar la vida: mi hija Maoui, su nombre se traduce en la lengua Kogui como “el material de las nubes”; en ese momento consideré fundamental la tarea de conocer y repensar el mundo, el tiempo, la producción y la economía desde la naturaleza y la poesía. consideré muy importante entender el respeto que los padres deben ejercer sobre sus hijos y la sociedad misma, desde la restricción en el desarrollo del sujeto y sus sueños, desde una subjetividad y sentir que ayude en el encuentro hacia la inspiración de la vida. Que impulsen al ser hacia estados elevados de conciencia y tranquilidad plena.
Esta forma contestataria de interactuar con las ideas y el crecer como persona, se contrastan con la realidad de la sociedad contemporánea que se suele referir a los soñadores como personas ingenuas que deambulan perdidas en la imaginación, en cambio, la mirada que encierra esta obra, refleja la respuesta que puede dar una persona que requiera de un mundo posible que responda a las necesidades de diálogo sobre el progreso, sobre el poder, sobre el estado ideal de seguridad en donde no son válidos los sueños, o son peligrosos o son ingenuos, sobre todo no necesarios para mundos concretos y determinados que estén protegidos por el miedo.”