Intervención militar terrestre en Siria desataría una guerra a gran escala
Buques de la Flota del mar Negro de Rusia.
El sábado en una entrevista con la cadena Euronews, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, se declaró en contra de una operación terrestre en Siria.
Desde marzo de 2011 Siria sufre un conflicto armado en el que murieron más de 260.000 personas.
“Nadie está interesado en una nueva guerra; una operación terrestre significará una larga contienda a gran escala”, según indicó el premier ruso.
Medvédev también añadió que Rusia apoya al presidente sirio, Bashar al-Asad, y respalda las relaciones amistosas con el Estado sirio, ya que ambos países cuentan con lazos de larga data.
El premier ruso fue enfático en afirmar que Moscú sustenta su apoyo en el hecho de que actualmente no hay otro poder legítimo en Siria, mientras que Occidente se opone a este hecho, tal y como se pude evidenciar en las recientes declaraciones del presidente francés, François Hollande, quien pidió a Rusia que deje de apoyar al mandatario sirio.
El primer ministro ruso agregó que si el mandatario sirio es excluido del proceso político, Siria se hundirá en el caos, siguiendo la suerte de Libia.
Recientemente Arabia Saudí anunció la disposición de enviar tropas a Siria para luchar contra EIIL (Daesh, en árabe), tal decisión ha tenido simpatizantes como Turquía o los Emirates Árabes Unidos (EAU).
Las tropas Sirias se enfrentan contra distintos grupos armados, incluidos Daesh, o el Frente Al-Nusra, vinculado con Al-Qaeda, ambos proscritos por Rusia y otros países.
Desde el 30 de septiembre de 2015, cuando Rusia está llevando a cabo operaciones militares contra los grupos terroristas activos en Siria, a solicitud del presidente sirio.