Uniformes, una discusión con mucha tela que cortar
La indumentaria del equipo de Colombia en el Giro de la Toscana es otro caso de una larga historia.
El uniforme que utilizó el equipo colombiano Bogotá Humana-San Mateo, que participó en el Giro de la Toscana, en Italia, despertó de nuevo la polémica sobre la indumentaria para las mujeres en el deporte mundial. Fue uno de los temas más comentados en las redes sociales y en los medios de comunicación europeos.
El escándalo se originó porque el uniforme, que tiene una parte en tono ocre, entre el vientre y parte de los muslos, puede ser visto como si fuera de color piel, lo que daría la sensación de que las deportistas tuvieran parte de su cuerpo descubierto. La polémica llegó hasta la propia Unión Ciclista Internacional: su presidente, Brian Cookson, lo calificó de “inaceptable”. Las más sorprendidas fueron las propias deportistas: hace nueve meses utilizan estas prendas y apenas ahora aparecen los comentarios (ver recuadro).
Lo cierto es que la indumentaria deportiva para las mujeres siempre ha sido un asunto delicado. De hecho, algunos dirigentes han intentado cambiar la ropa para hacer más atractiva su disciplina. En el 2011, por ejemplo, el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, sugirió que las pantalonetas de las futbolistas fueran más cortas, similares a las que usan las voleibolistas.
“Con shorts más ajustados, las mujeres lucen más lindas. Quizás hay que tener hasta la implementación de reglas diferentes que las de los hombres, como la utilización de una pelota más liviana”, dijo Blatter en ese entonces. La iniciativa no prosperó y esas frases quedaron en una larga lista de autogoles del dirigente.
Algo similar ocurrió en el baloncesto. En la temporada 2012-2013, la Fiba Europa modificó la reglamentación sobre los uniformes para las mujeres. Las camisetas debían dejar los hombros descubiertos y las camisetas y las pantalonetas debían ser más estrechas. Más allá de que en países de otro continente se usaran, como en Australia, la cuestión no prosperó.
La tenista estadounidense Venus Williams debió soportar en el 2010 un escándalo similar al que vivieron las ciclistas colombianas: en el Abierto de Australia usó un vestido muy corto y no parecía tener nada debajo. Williams se apuró a desmentir esto y dijo que usaba ropa interior del mismo tono de su piel.
Hay deportes que no dejan una opción muy distinta para jugar con comodidad, como el voleiplaya, en el que las pantalonetas cortas son casi normales. Y otras disciplinas le apuestan abiertamente a utilizar poca ropa. Es el caso de la Lingerie Football League, creada en el 2009, en la que las jugadoras practican el fútbol americano en ropa interior, protegidas solo por el casco y las hombreras.
La liga recibió muchas críticas porque denigran a la mujer. El creador de la liga, Mitchell S. Mortaza, intentó suavizar el asunto: en el 2013 le cambió el nombre al torneo (Legends Football League) y modificó los uniformes eliminando parte de la ropa interior, como los ligueros.
Sin ningún cambio
Tras regresar de Italia, donde compitieron en el Giro de la Toscana, las ciclistas del equipo Bogotá Humana-San Mateo le restaron importancia a la polémica por su uniforme y declararon que lo seguirán utilizando. “Son los colores de los patrocinadores; no hay nada de escándalo”, declaró Angie Rojas, integrante del equipo, que también participó en el diseño de las prendas. “Lo llevamos con orgullo; no se ha pensado en cambiarlo”, agregó.
Fuente: EL TIEMPO