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El Centauro de Maquiavelo

El Centauro de Maquiavelo - centauro

Mitad superior cerebro humano y mitad inferior fuerza de caballo. Así concebía Maquiavelo el Estado, y Gramsci, agonizando en una mazmorra fascista donde Mussolini lo había encadenado para “evitar que ese cerebro pensase”, desarrollaba su idea práctica de Estado sobre esta quimera imaginada por Maquiavelo, en su magistral fórmula Estado = Hegemonía (cerebro humano) más Coerción (fuerza bruta equina).

En adelante, el Marxismo revolucionario no ha hecho sino aplicar en su práctica trasformadora esta verdad sabida; sin embargo, analizando los avances y retrocesos de esta praxis en Nuestramérica actual; la que lucha mediante todas las formas de lucha contra el neoliberalismo Imperialista, otra frase atormentadora del mismo Gramsci nos devuelve a su agonía: “En Política el error proviene de una comprensión inexacta del Estado en su sentido pleno de Hegemonía + Coerción”.

¿Cuánto más nos costará entender esta concreción tan sintética como genial?

En Colombia, donde en los últimos 25 años se han anudado y sintetizado todas las contradicciones de esta lucha Nuestramericana, existe una cantera enorme de experiencias para profundizar: Ausencia  total de reforma agraria, e imposibilidad de la oligarquía terrateniente trasnacional de ampliar su Hegemonía “democratizadora” al campesinado y a los trabajadores del complejo rural, llamada “democracia restringida” por los  ideólogos weberianos del monopolio legítimo de las armas, y que, como consecuencia (económica y política) ha obligado al bloque de clase dominante y dirigente a basar su dominación, en el aumento de la Coerción en su sentido más brutal, el Paramilitarismo Oficial, hasta llevarlo a convertir su consuetudinario y tradicional “liberalismo-conservador” en un Neoliberalismo Trasnacional, autoritario y depredador, que tuvo su concreción sintética en el Fascismo del Estado de Opinión del binomio Uribe Vélez-Santos, experimentado desde inicios de este siglo XXI:

-Hemos visto en los últimos 70 año en Colombia, el “centauro indomable descendiendo a los llanos” convertido en un poderoso y bien articulado mecanismo de 10 ruedas dentadas o Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi), mitad Hegemonía y mitad Fuerza Bruta, es decir un Estado Contrainsurgente pleno, apoyado e instrumentalizado por el gobierno de los EEUU, con el espantoso despojo de millones de víctimas que la “epopeya” de implantación neoliberal y transnacional ha dejado.

-También hemos sufrido como en ninguna otra parte del mundo, la apabullante cantinela diaria del oligopolio mediatico contrainsurgente con sus politólogos, construyendo la Hegemonía dominante y la cultura mafiosa, sobre el odio, la hostilidad y la revancha (con la vista gorda de la Iglesia católica) y en paralelo al accionar de esta Fuerza bruta.

-Así como también hemos visto y sufrido en carme propia impotente, la consolidación de las otras ruedas dentadas restantes de ese Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi) aparte de la intervención plena de los EEUU con sus Planes Colombia y sus 9 bases militares y, de los Paramilitares Oficiales.

-Cómo lenta y paulatinamente y sin mayores sobresaltos, se fue suprimiendo el gasto social público en beneficio de la militarización de la vida cotidiana del país y cómo el Gasto Militar llegó a tener la asombrosa cifra del 6% del PIB.

-Cómo los “cacaos” amasaron enormes fortunas. Los llamados gremios de la producción legislaban en favor suyo. Las compañías multinacionales (Chiquita, Drummonds, BP, Repsol, Monsanto, Muriel Mining, o Coca-Cola, ect) financiaban a los Paramilitares oficiales y saqueaban las riquezas del subsuelo colombiano. La llamada “economía subterránea” (narcotráfico y lavado de dólares, ect) con sus macro indicadores económicos recibían aplausos mundiales por su desempeño.

-Vimos las tres ramas de la democracia restringida maestro, atascadas en el pantano de su ilegitimidad (proceso ocho mil) o en el de la impunidad (la catedral de Pablo Escobar, el palacio de Justicia, la ley de justicia y paz paramilitar, ect) o en la crisis total en la legalidad que se encuentra actualmente, y, presenciamos estuporosos cómo el Fascismo del Estado de Opinión basaba su poder en las más amplias capas medias cooptadas (Angelino, Lucho, Rosemberg y restos del M-19, hermanitos Moreno-Rojas y el Rojaspinillismo de Izquierda, ect)

-También hemos sufrido la experiencia de la derrota electoral de la llamada “Izquierda democrática”, que como un signo ominoso antecedió otras derrotas electorales en nuestro continente, de aquella Izquierda que se dice anti neoliberal.

Estamos atravesando por la experiencia inédita de encontrar una solución Política al conflicto colombiano en una mesa de paz de la Habana y, nos aprestamos a una eventual firma de los acuerdos para su finalización, con el fin de pasar a una etapa de transición de la implementación de los acuerdos y a las trasformaciones a que hubiera lugar en la sociedad

Sin embargo, después de las elecciones de 25 octubre/15, donde predominaron todos los delitos de “la democracia restringida” como el clientelismo tradicional, la corrupción, la compra de votos y la abstención; el Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi) dominante en Colombia, o Estado Contrainsurgente pleno, y el centauro dibujado por Maquiavelo se ha recompuesto en su cabeza con el liderazgo de Vargas Lleras, quien junto con Peñaloza, aspira a sustituir a Uribe Vélez con un liderazgo más actualizado:

Persiste la Fuerza Bruta del Paramilitarismo oficial, la criminalización y destrucción calculada de la movilización social y popular.

La cultura mafiosa y contrainsurgente del enemigo interno implantada por la demoledora acción continuada del oligopolio mediatico, sigue siendo la ideología dominante en amplias capas de la sociedad.

La militarización de la sociedad y el escandaloso gasto militar, junto con las ideas básicas de la doctrina de la Seguridad Nacional han sido reforzadas con el argumento de la “seguridad” amenazada por bandas criminales no especificadas y, el demócrata liberal del Fiscal Montealegre autoriza continuar los bombardeos aéreos indiscriminados contra el narcotráfico, el que persiste como una realidad social y cultural abrumadora.

Y en la esfera económica, el Centauro Contrainsurgente se prepara a continuar profundizando el neoliberalismo militarista del extractivismo depredador minero energético, de los agro negocios, la “empresarización del campo” con los ZIDRES, y de la financiarización de la economía, junto con el aumento desaforado del Gasto Militar; sin reparar en la crisis económica global y sin pensar en la población trabajadora de a pie; con la idea fija de que la pax (que su cabeza concibe) va a salir gratis y sin financiación.

La oligarquía y el Imperialismo que la soporta, ante un eventual y muy probable acuerdo de paz en la Habana, se preparan febrilmente para una gran operación de camuflaje que han decidido llamar “postconflicto”, reconstruyendo el carcomido y desvencijado caserón del Estado colombiano, sin cambiar ni la Hegemonía ni la Coerción tradicionales, pintando sus paredes de blanco, pero, dejando dentro el mismo casino sangriento, brutal y esquilmador de siempre.

Así pues, en un escenario político tan abierto a la lucha popular, la batalla de ideas y la movilización social en su avance hacia un futuro mejor con Justicia Social, Democracia avanzada y Soberanía; la frase de Gramsci de no comprender exactamente “el Estado en su pleno sentido”, en Colombia como un Estado fascista de Opinión en descomposición; de no entender bien la quimera del centauro imaginado por Maquiavelo por estar pensando en  otros modelos andinos (posiblemente exitosos en otros contextos) sigue remitiéndonos a la angustia pre-mortem de Gramsci .

Por Alberto Pinzón Sánchez

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