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El regalo que le hizo Botero a la guardia del museo Nacional de China

El regalo que le hizo Botero a la guardia del museo Nacional de China - botero

Solamente era el último paso. Media noche del pasado miércoles. Las obras, pinturas y dibujos del maestro Fernando Botero se encontraban en los camiones a la espera de entrar al Museo Nacional de China en Beijing para ser ubicadas de acuerdo con los planos del montaje de la exposición que inicia hoy.

Los carros esperaban en la plaza de Tiananmén para ingresar al sitio. Los requisitos, permisos, autorizaciones y trámites que exige el gobierno chino habían sido cumplidos. Pero faltaba algo. La tradición china manda que a los guardias de seguridad del museo es necesario regalarles algún detalle, un recuerdo que hiciera referencia a la exposición de turno, y una tan importante como esta no podía ser la excepción. De lo contrario las piezas no entraban.

Eran diez vigilantes y cada uno recibió un sello y una postal alusiva a las obras de Botero.

Así, el último escollo se salvó y desde este viernes los visitantes del Museo Nacional podrán apreciar una extensa muestra, una retrospectiva del trabajo del artista antioqueño, que por primera vez en su carrera, y tras dos intentos fallidos anteriores, cumplirá el sueño de llegar de forma masiva al público del país asiático.

“Es la exposición más importante que se ha hecho de un artista no solo colombiano, sino latinoamericano; y si vamos a otro nivel, es el artista vivo más importante del mundo, y el primer artista vivo que expone en el Museo Nacional de China”.

Con esta expresión resume Juan Camilo Montaña la importancia de la exposición que se abre hoy. Este joven empresario antioqueño está radicado en China desde hace 9 años y lideró todo el proceso para que el arte de Fernando Botero por fin pudiera llegar a ese país y ser difundido.

“Él está muy feliz”, relata el empresario con relación a la actitud de Botero frente a las dos exposiciones en China.

Desde el pasado lunes ya se encuentra en la capital del país, acompañado además por su familia; su esposa Sophia Vari; sus hijos Lina, Juan Carlos y Fernando; y sus nietos.

En su agenda no solo contempla la participación en la apertura de la exposición en el Museo Nacional. También ha sostenido un conversatorio con artistas chinos en la Universidad de Bellas Artes, y mañana sábado estará visitando una villa artística en donde tendrá la oportunidad de conocer los estudios de algunos artistas chinos para los que su trabajo ha sido una influencia en el desarrollo de su proceso creativo.

“Cada cosa que hemos realizado en China, cada cena, cada entrevista, cada paso que da lo deja impresionado”.

¿Qué se podrá ver?

96 trabajos entre dibujos, óleos y acuarelas de gran formato están dispuestos en el Museo Nacional de China para que cerca de 30 mil personas al día conozcan la obra de uno de los artistas más importantes del mundo.

El sueño de Fernando Botero se cumplirá por partida doble. Además de la exposición que se abre hoy Beijing, el 21 de enero del año entrante otra más será inaugurada en Shanghái.

Allí, en la sede del Museo de Arte de China, los visitantes apreciarán pinturas, dibujos de gran formato, esculturas monumentales, esculturas medianas, dibujos, acuarelas y crayones. En total, 151 obras más que complementan la retrospectiva más grande que se ha hecho del trabajo del antioqueño en el mundo.

Una mirada amplia

Para su primera exposición en China, el propio maestro Botero escogió las obras más representativas de lo que ha sido su trayectoria, y que en su gran mayoría hacen parte de su colección personal.

En la exhibición en Beijing, los trabajos se dividieron en seis categorías temáticas, explica Juan Camilo: Vida cotidiana en América Latina, Naturaleza Muerta, El Circo, La Corrida, Versiones de Grandes Maestros y dibujos de gran formato.

En Vida cotidiana de América Latina, Botero expone su visión de la región teniendo en cuenta su baile, su musicalidad, su festividad, su violencia, su dolor y su nostalgia. Medellín, con sus paisajes montañosos, es una de las fuentes de inspiración en esta temática.

En La Corrida, Botero plasma su versión del espectáculo taurino y hace parte de la lista de grandes artistas que han reflejado esta tradición, como Goya, Manet y Picasso.

Con sus trabajos de El Circo, que estuvo en Medellín en el primer semestre de este año, el artista se involucra en la intimidad de la alegría y la sensualidad por la esencia del tema. Por su parte, en Naturaleza Muerta se encuentran una pureza y una sencillez deslumbrantes, en las que explora la exacerbación y el volumen toma todavía más importancia, además de la incesante exploración del color.

En los trabajos que hacen parte del grupo de Versiones de grandes maestros, Botero hace una mirada propia de obras trascendentales de la historia del arte. En Dibujos en gran formato, el artista hace un homenaje al dibujo, una de las primeras técnicas en las que se especializó.

La exposición en el Museo Nacional de China se diseñó de tal manera que representará el acercamiento de Botero a esta cultura milenaria.

Por eso los visitantes del museo hacen el recorrido como si estuvieran caminando por entre un jardín pekinés tradicional. Además, las paredes de las que cuelgan las obras están pintadas en el rojo imperial que caracteriza la cultural china.

Botero culminará su viaje a China el domingo con una visita a la Gran Muralla, pero con ambas exhibiciones la destreza de su talento quedará para siempre en la memoria de quienes las visiten.

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