Exguerrilleros reparan victimas en Palestina Huila «Podemos construir las casas para la paz»

El municipio de Palestina en el Huila esta enclavado en las inmediaciones del macizo colombiano, en todo el vértice de las cordilleras oriental y central. A Palestina se llega por una carretera irregular, que solo esta pavimentada en la zona de fincas de recreo ubicadas en la salida de Pitalito, la segunda ciudad del departamento. A pesar de ser una despensa agrícola y especialmente cafetera, y de ser la vía de acceso al reconocido parque nacional “cueva de los guacharos”, la carretera es un dolor de cabeza para los pobladores de esta región.
Palestina esta incrustada en una zona geoestratégica, es un verdadero corredor que conecta el centro del país con la amazonia y el pacífico, lo que hizo de ella un escenario de confrontación en el conflicto que dejo marcas y heridas profundas en sus comunidades. Allí los campesinos convivieron con el conflicto y vieron con esperanza la firma del acuerdo final de paz entre el Estado y la extinta guerrilla de las FARC-EP. En el acuerdo vieron la posibilidad de ser redimidos, de la violencia, el abandono y la pobreza.
La paz trajo la atención de la institucionalidad nacida del acuerdo de paz hacia Palestina. La comisión de la verdad y la unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas, iniciaron la tarea de documentar la tragedia de la guerra, esa que los habitantes y sus organizaciones sociales y campesinas llevaban años denunciando, la unidad nacional de víctimas ha establecido que solo en este municipio Huilense hay 2306 víctimas del conflicto armado. Una guerra donde fueron victimizados por grupos irregulares y también por agentes del Estado y ante todo por la indolencia, la falta de oferta del Estado y la ausencia de políticas públicas que condena a las regiones a la violencia y el olvido. Por fin esta región podría visibilizar su verdad y su sufrimiento.
Desde el año 2019 los antiguos combatientes de las FARC retornan a la región, ya no en el alzamiento armado, sino con la firme convicción de contribuir a reparar las afectaciones cometidas en el marco de la confrontación y apostar por la reconstrucción del tejido social en el territorio. Es así como se reúnen con las comunidades y especialmente con las víctimas del conflicto armado y avanzan junto a la comisión de la verdad a realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidades el 15 de agosto de 2021, donde acompañados por quien fuera el presidente de la comisión, el padre Francisco de Roux, el antiguo comandante guerrillero del bloque sur Fabian Ramírez expresó a la comunidad con contundencia, “vamos a poner la cara”.
Así inicio un proceso donde los firmantes de paz han contribuido en la búsqueda de personas que fueron desparecidas desde los años 80, cuando no habíamos ni siquiera ingresado a las FARC, dijo Fabian Ramírez, pero que se constituye en un compromiso con la comunidad de Palestina y el sur del país, afirmó.
Pero este proceso tiene otro componente, muy poderoso en clave de reparación, y es la acción del colectivo de firmantes de proponerse mejorar las condiciones de vida de estas familias que a pesar de los rigores y la tragedia de la guerra se quedaron en el territorio, por medio de un aspecto contemplado por la justicia restaurativa, los TOAR, trabajos, obras y acciones reparadoras. Es así como acogieron las propuestas y demandas de las víctimas, que solicitaron que sus viviendas precarias fueran reconstruidas. Una de ellas, la de la señora Natalia Alvarado, estaba completamente destruida por las condiciones climáticas y un movimiento telúrico, ella busca a su hijo desaparecido por unidades guerrilleras y esta profundamente comprometida con la construcción de la paz en el territorio, y ahora guardaba la esperanza de recuperar su casa.
Un grupo de firmantes de paz liderados por Wilinton Quiroz del ETCR (Espacio territorial de capacitación y reincorporación) “Héctor Ramírez” ubicado la vereda agua bonita, municipio de la Montañita, Caquetá, iniciaron desde el mes de mayo de 2022 la reconstrucción del hogar de la señora Natalia en la vereda el Tabor de Palestina. En una verdadera minga de trabajo, echando piso, levantando paredes, techos, pintura, instalación de puertas metálicas y construcción de accesos a la casa, en medio de la alegría que genera relacionarse y construir una nueva confianza en clave de reconciliación con las víctimas, lograron entregar este domingo 9 de octubre en un acto simbólico y emotivo, en el amplio corredor de la nueva casa, este verdadero trabajo y obra reparadora que emociono hasta las lagrimas a esta familia golpeada por la guerra, pero que tenia hoy dibujado en su rostro la luz de la esperanza.
Mas que un acto protocolario la entrega de la nueva casa fue un verdadero jolgorio, donde se entrelazaron muchos sentimientos. Hubo en una exposición de fotografías la memoria de todo el proceso, tinto para todos y el cierre con una deliciosa e infaltable lechona. La presentación estuvo a cargo de “La cacica”, compañera de vida del firmante de paz Ronald Rojas, conocido en las filas de la insurgencia como Ramiro Duran, asesinado hace apenas 3 meses en medio de la masacre continuada contra los excombatientes de las FARC. Ella recordó con emoción el papel y compromiso de Ronald con la región, reivindicando su memoria, recordando que allí inició su trabajo de pedagogía de paz, y recaló que el ejemplo de compromiso con la paz se traducía en acciones como esta.
Además de una veintena de firmantes de paz, estuvo también uno de los históricos de FARC, el antiguo comandante Fabian Ramírez y Sonia, la mediática exguerrillera que estuvo prisionera en los EEUU y hoy es una comprometida activista por la paz y la reconciliación, quienes contribuyeron con su trabajo y compromiso con lograr la culminación de esta obra de paz.
La entrega de la casa estuvo acompañada por una delegación de la misión de verificación de la ONU, la Organización de Estados Iberoamericanos y el convenio de defensa establecido con la JEP, la agencia nacional de reincorporación y lideres locales del municipio. Hubo un espacio de reflexión, donde se entrelazaron en abrazos y se escucharon las diferentes voces de firmantes, víctimas y comunidad.
Fabian Ramírez recalcó que seguirán en etas actividades de reparación y Sonia destacó que gracias al trabajo y los aportes de comunidad y firmantes de paz se logró hacer realidad este propósito. Sorprendió el dato de que esta casa, que dignifica la vida de esta familia, no superó un costo de 15 millones de pesos, mientras en proyectos de vivienda como los ejecutados en la reconstrucción de Providencia superan los 600 millones de pesos. Los firmantes demostraron que, sin coimas ni corrupción y con el uso adecuado de recursos se pueden construir casas para resolver el gigantesco déficit de vivienda que padece el país. En clave de ello, los firmantes ofrecieron su capacidad y experiencia en impulsar estos proyectos, basados en una adecuada administración de recursos y la optimización de estos. Este sería un aporte real para la reconciliación y la construcción de un nuevo país, «pónganos a construir las casas de la paz», sentenció Fabian Ramirez.
Palestina espera la redención de sus gentes y su territorio, hoy los firmantes están poniendo su esfuerzo y trabajo, y las victimas su gran corazón dispuesto al perdón y la reconciliación. Falta que llegue el Estado, y reivindique la ruralidad y a estas comunidades de la periferia que son las que requieren un enfoque que transforme sus territorios, para hacer de la guerra un murmullo que se extingue y de la paz y la esperanza un grito que haga eco.
Fuente: Agencia Prensa Rural
Por: René Ayala
Director de la Agencia Prensa Rural, comunicador y educador popular, responsable de comunicaciones de la Asociación campesina del valle del rio cimitarra ACVC.